El relato bíblico de Daniel el profeta comienza cuando él y otros jóvenes de Judá fueron llevados cautivos por el rey Nabucodonosor de Babilonia (Daniel 1:1-4) en el año 604 a.C., aproximadamente. El cautiverio de los pobladores de Judá duró 70 años, como Dios lo había advertido por medio del profeta Jeremías (Jeremías 25:11). Durante este tiempo, Daniel ocupó posiciones importantes en varios gobiernos de los gobernantes babilonios y medo-persas, incluyendo a Nabucodonosor, Baltasar, Darío y Ciro. En el primer año del reinado del rey Darío, Daniel entendió, o simplemente aplicó la profecía de Jeremías en la que predecía un cautiverio de 70 años para su pueblo (Daniel 9:1-2).
En su libro Daniel demuestra ser un hombre sabio, inteligente y muy avezado. Siendo versado en muchos idiomas (Daniel 1:4), escribió parte del libro en arameo (capítulos 2-7) —la lengua universal de la época— y parte en su idioma nativo, el hebreo (capítulos 1, 8-12). Y como José, que llegó a servir en la corte de Faraón, Daniel llegó a ocupar uno de los puestos más altos del Imperio Babilónico bajo el mando del rey Nabucodonosor. Vale la pena mencionar que tanto Egipto como Babilonia fueron los reinos más importantes de su época. Por ello, es entendible que los escribas hayan decidido ubicar el libro de Daniel entre los Escritos del Antiguo Testamento.
Tanto Daniel como Apocalipsis fueron escritos en lo que se conoce como “estilo apocalíptico”, que se caracteriza por el uso de una gran cantidad de símbolos y la convicción de que el fin del mundo ocurriría pronto. Este tipo de escritura surgió en el período entre el Antiguo y Nuevo Testamento. La evidencia interna de Daniel y Apocalipsis (además del hecho de estar incluidos en el canon bíblico) confirma su veracidad. Aunque algunos críticos piensan que el libro de Daniel fue escrito bastante tiempo después del cumplimiento de muchas de sus detalladas profecías, predecir el futuro era algo que Dios hacía a menudo a través de sus profetas. Como uno de ellos dijo, “no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amos 3:7). Dios tiene pleno conocimiento de lo que sucederá en el futuro: “yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero” (Isaías 46:9-10).
En tanto que la mayoría del Antiguo Testamento fue escrito desde la perspectiva del pueblo escogido de Dios —el antiguo Israel— el libro de Daniel se desarrolló en territorio no-judío (o “gentil”), pues el autor había sido llevado al Imperio babilónico. Más de un siglo antes, los asirios habían conquistado el norte de Israel, y ahora los babilonios habían tomado el sur.
Otra diferencia entre Daniel y el resto del Antiguo Testamento es que,
aunque gran parte de éste se enfoca en la historia del antiguo Israel
—especialmente su obediencia y desobediencia a Dios— Daniel nos habla de
un escenario mucho más grande. Las profecías de este libro describen
algunos de los imperios mundiales que existirían a través de la
historia. A través de una serie de visiones, tanto del rey Nabucodonosor
como de Daniel, Dios reveló detalles de cuatro grandes gobiernos que
precederían el futuro Reino de Dios. Daniel no sólo es el libro del Antiguo Testamento más nombrado en las
profecías del Nuevo Testamento, sino que además fue mencionado por el
mismo Jesucristo, quien, en una de sus profecías más conocidas, se
refirió a “la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel”
(Mateo 24:15).
Autor y datación del libro de Daniel
El libro consta de dos partes bien definidas:
- 1) Capítulos 1-6, caracterizada por el género histórico narrativo.
- 2) Capítulos 7-12, donde predomina el género apocalíptico. Esta literatura, se caracteriza por el uso de símbolos, figuras, visiones, énfasis marcado en la escatología, uso de la numerología, etc. Se escribe en tiempos de opresión con el propósito de alentar la fe de los creyentes en Dios.
Varios versículos indican que el autor es Daniel (8:15, 27; 9:2; 10:2, 7; 12:4, 5), cuyo nombre quiere decir: "Dios es mi juez". Él escribió en primera persona de manera autobiográfica del 7:2 en adelante, y debe ser distinguido de los otros tres Danieles del AT (1 Cr 3:1; Es 8:2; Neh 10:6). Como un joven, posiblemente de unos 15 años de edad, Daniel fue capturado y llevado de su familia noble en Judá y deportado a Babilonia con la intención de que adoptara la cultura babilónica para la tarea de asistir y tratar con los judíos. En Babilonia pasó el resto de una vida larga (85 años o más). Él atravesó por la mayor parte del exilio, exitosamente exaltando a Dios por su virtud y servicio. Rápidamente emergió a una posición de autoridad en el gobierno por determinación real y sirvió como confidente de reyes y también profeta en dos imperios mundiales, estos son, el Babilonio (2:48) y el Medo-Persa (6:1, 2). Cristo confirmó a Daniel como el autor de este libro (Mt 24:15). Daniel vivió más allá del tiempo descrito en Daniel 10:1 (536 a.C.). Parece muy probable que escribió el libro poco después de esta fecha pero antes de 530 a.C. Daniel 2:4b-7:28, el cual proféticamente describe la dirección de la historia del mundo gentil, fue original y apropiadamente escrito en arameo, el idioma común de negocios internacionales. Ezequiel, Habacuc, Jeremías y Sofonías fueron los contemporáneos proféticos de Daniel.
Contexto histórico de Daniel
El libro comienza en el 605 a.C. cuando Babilonia conquistó Jerusalén y llevó a Daniel, sus tres amigos y otros al exilio. Después pasa al derrocamiento final de la supremacía babilónica en el 539 a.C., cuando Medo-Persia sitia a Babilonia (5:30, 31), y va más allá al 536 a.C. (10:1). Después que Daniel fue transportado a Babilonia, los babilonios victoriosos conquistaron Jerusalén en dos etapas posteriores (597 a.C. y 586 a.C.) En ambas ocasiones, deportaron a más judíos cautivos. Daniel recordó fervientemente su hogar, en especial el templo en Jerusalén, casi setenta años después de haber sido llevado lejos de él (6:10).
- (1) Información acerca de Daniel (capítulo 1)
- (2) Relatos sobre Daniel y sus tres amigos durante los días de cautividad entre los babilonios y los persas (2 – 7).
- (3) los sueños y visiones de Daniel referentes al futuro de Israel y los postreros días (8 – 12).