Adolf Harnack |
El reino de Dios era otro tema básico en las enseñanzas de Jesús. Mientras que este reino tradicionalmente se había entendido como un reinado terrenal futuro de Cristo que se establecería tras su espectacular segunda venida, los liberales resaltan el carácter presente del reino.
"Se ha acercado a vosotros el reino de Dios" (Lucas 10:8-9).
Para los liberales, Jesús también enseñaba algunas ideas extrañas. Una de estas ideas era la segunda venida, el concepto de que él regresaría corporalmente al final de los tiempos para establecer su reino. Los liberales consideraban esto un vestigio insostenible de una manera pre-científica de entender la realidad. En el rechazo de la idea de la segunda venida, vemos el profundo aprecio de los liberales por las conclusiones del aprendizaje moderno, que, junto con el método histórico, fue uno de los componentes básicos de su enfoque hacia la Biblia. Destacada en la época más vigorosa del liberalismo fue su idea del progreso. Se estaban haciendo avances científicos, políticos y económicos. La teoría de Darwin sobre la evolución se iba generalizando hasta abarcar toda la realidad. Se consideraba que todo iba creciendo, desarrollándose, progresando, no sólo los organismos biológicos, sino también la personalidad humana y las instituciones. La creencia del triunfo de Dios sobre el mal se mezclaba con esta doctrina del progreso. Se consideraba que una continua cristianización del orden social, incluyendo la economía, sería la ejemplificación actual del significado real de la segunda venida.