Un entendimiento nuevo y creativo que ha aparecido en los últimos años es la idea de una resurrección instantánea o más concretamente un revestimiento instantáneo. Esta es la creencia de que inmediatamente después de la muerte, el creyente recibe el cuerpo resucitado que se le ha prometido. Una de las más completas elaboraciones de esta idea es la que encontramos en la obra de W. D. Davies, "Paul and Rabbinic Judaism" (Pablo y el judaísmo rabínico). Davies mantiene que Pablo tenía dos conceptos diferentes sobre la resurrección del cuerpo. En 1 Corintios 15 Pablo está pensando en una futura resurrección del cuerpo. En 2 Corintios 5, sin embargo, tenemos una comprensión más avanzada del tema. Las etapas iniciales de la era que está por venir ya han aparecido en la resurrección de Jesús. Pablo se da cuenta de que, habiendo muerto y resucitado con Cristo, ya está en proceso de transformación y recibirá su nuevo o celestial cuerpo en el momento de la muerte física. El temor de estar desnudo, del que habla en el versículo 3, ha sido sustituido por la constatación de que a este lado y al otro de la muerte, estará vestido.
El judaísmo rabínico mantenía que en la muerte se nos retirará el cuerpo y tendremos que esperar hasta la resurrección general. Davies sostiene que Pablo presenta una posición diferente en sus escritos posteriores. Según Davies, entonces, cuando Pablo escribió 2 Corintios, ya no creía en un estado intermedio. Más bien, tras la muerte habrá una transición inmediata hacia el estado final, una recepción instantánea del cuerpo celestial. Esta posición sustituyó su creencia en una futura resurrección del cuerpo que tendría lugar en conexión con la segunda venida.