Joachin Jeremias |
¿Hay alguna manera de resolver los numerosos problemas que van unidos al tema del estado intermedio, alguna manera de relacionar el testimonio bíblico sobre la resurrección del cuerpo y la supervivencia consciente entre la muerte y la resurrección? Se tienen que tener en mente varias consideraciones:
- Joachin Jeremias (1900-1979) ha señalado que el Nuevo Testamento distingue entre Gehena y Hades. El Hades recibe a los injustos durante el periodo de tiempo que transcurre entre la muerte y la resurrección, mientras que el Gehena es el lugar de castigo asignado de forma permanente tras el juicio final. El tormento del Gehena es eterno (Marcos 9:43, 48). Además, las almas de los impíos están fuera del cuerpo en el Hades, mientras que en el Gehena tanto el cuerpo como el alma, reunidos en la resurrección, son destruidos por el fuego eterno (Marcos 9:43-48; Mateo10:28). Esta es una réplica a visión de algunos de los primeros padres de la iglesia de que todo el que muere, igual justos que injustos, desciende al Seol o al Hades, una especie de estado oscurecido o adormecido donde esperar la venida del Mesías.
- Hay indicaciones de que los muertos justos no descienden al Hades (Mateo 16:18-19; Hechos 2:31 [citando Salmos 16:10]).
- Más bien los justos, o al menos sus almas, son recibidas en el paraíso (Lucas 16:19-31; 23:43).
- Pablo iguala el estar ausente del cuerpo con el estar presente con el Señor (2 Corintios 5:1-10; Filipenses 1:19-26).
Paul Helm |
Basándonos
en estas consideraciones bíblicas, concluimos que tras la muerte los
creyentes van inmediatamente a un lugar y condición de bendición y los
no creyentes a una experiencia de miseria, tormento y castigo. Aunque la
evidencia no es clara, es probable que estos sean los mismos lugares a
los que van los creyentes y los no creyentes después del juicio final,
ya que la presencia del Señor (Lucas 23:43; 2 Corintios 5:8; Filipenses
1:23) parece no ser otra cosa que el cielo. No obstante, aunque el lugar
del estado intermedio y del estado final sea el mismo, la experiencia
del paraíso y el Hades sin duda no es tan intensa como será al final,
porque la persona está en cierto modo en una condición incompleta.
Richard Purtill |
El
concepto de la existencia sin cuerpo no es insostenible en sí mismo. El
ser humano es capaz de existir tanto de forma material (corporal) como
en condición inmaterial. Podemos pensar en estas dos condiciones como si
fuese un dualismo en el que el alma o espíritu puede existir
independientemente del cuerpo. Como en un compuesto químico, el
cuerpo-alma, por así decirlo, puede dividirse con ciertas condiciones
(específicamente en la muerte), pero en el caso contrario es una unión
definida. O podríamos pensar en términos de diferentes estados
existentes. Al igual que ocurre con la materia y la energía, las
condiciones materiales e inmateriales del humano son convertibles entre
sí. Estas dos analogías son posibles. Paul Helm (1940- ), Richard Purtill
(1931-2016) y otros han formulado concepciones sobre la supervivencia
sin cuerpo que no son ni contradictorias ni absurdas. Concluimos que el
estado intermedio sin cuerpo establecido por las enseñanzas bíblicas es
filosóficamente sostenible.